Esperanza, la clave del éxito personal.

Esperanza. La clave del éxito personal

¿Me permites un segundo?

Esperanza, la clave del éxito personal. Todos teníamos nuestra esperanza puesta en que los cuidados primarios nos permitirían ir superando la pandemia. Mascarillas, alcohol en gel y distanciamiento social parecieron en un primer momento una vía de solución. Lamentablemente la irresponsable rebeldía de la gente a aceptar las medidas de los gobiernos echo por tierra todo plan. ¿Porqué el ser humano será tan inconsciente e insensato? Bueno, no tengo respuesta. Lo lógico es que uno se cuide y al hacerlo cuida también a los demás. Pero parece que ya no importa si estoy con salud o enfermo, vivo o a punto de morir. Las mascarillas, cuando se usan están por el cuello, no cubren nada. Muchos ya no las usan, pese a que aumentan los contagios y las muertes. ¿piensan en algo o tienen la mente desocupada también? ¿Parezco duro? No lo soy, la realidad es dura. Muchos no han visto más la luz del día.

Esperanza si, pero acompañada de vigilancia constante.

Muchos cifraron su esperanza en la vacunas, pero aún con la primera dosis injectada es posible ser contagiado. Y al convertirse en asintomático, si no se actúa con responsabilidad, podemos ser agentes de nuevos contagios. Por lo tanto quienes piensan, que al estar vacunados no están en riesgo se equivocan. Mientras otros esperan su turno, la triste realidad es que la Pandemia no ha cedido, al contrario va en aumento. ¿Dan resultado las vacunas? Es lo que con sentido común me pregunto sin ser fatalista o negativo. Tendría sentido que al no existir un medio de contención los contagios se dispararían. Pero se han vacunado, no se la cantidad exacta, multitud de personas y la expansión continua. En algo estamos fracasando o algo estamos haciendo mal. Los resultados lo demuestran. Gracias a Dios muchos se han recuperado, pero los que han fallecido por esta causa ya no están con nosotros.

Esperanza, algo que no podemos perder.

Los cuidados personales no se deben olvidar, al contrario debemos extremarlos. Creo que, en lugar de estar en silencio tenemos que escuchar y hablar. Decirnos qué nos pasa, que pensamos y cómo salimos adelante. El “Quédate en casa” estuvo muy bien al principio, pero hoy ya no es una  solución viable. Hay que alimentarse y pagar las cuentas y para eso hay que trabajar. Ya no podemos estar de manos cruzadas viendo la TV. Hay que salir a buscar trabajo si o si, o reinventarse quien perdió su empleo. Redoblar esfuerzos quien lo busca por primera vez en un mercado casi paralizado, de empresas cerradas y miles de aspirantes. Las propuestas que hay en Internet son más ilusión que oportunidades. Encuestas, vídeos o cursos son promesas de ganar dinero. Quienes lo ganan son los que reciben tus visitas o suscripciones a sus canales. Tú; quizás algunos céntimos que no te alcanzan ni para el pan de cada día.

La esperanza del auto-empleo.

Lo que antes se vivía como un sueño, hoy se ha transformando en impostergable realidad. Las empresas, priorizan abatir los costos. El Teletrabajo les dió un respiro, ya no es imprescindible un trabajador de 8 horas. Alguien puede hacerlo desde el hogar o por cuenta propia, sin la carga de leyes sociales ausentismo y horas extras. Esa va a ser la constante de aquí en más. Y quien no cambie su chip, la va a tener muy difícil. Aun quienes son empleados actualmente, como quienes logren una colocación, no contarán con la seguridad de conservarlos. Nadie puede ofrecer seguridad de permanencia. Quisiera recibir algunos comentarios de alguien que no sepa que hacer y necesite generar ingresos. Algunas ideas puedo ofrecer gratuitamente para quien desee consultarme. Se lo que significa estar desempleado. Asi que tú decides, entre esperar que cosas caigan del cielo, hacer algo o consultar con alguien.

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